lunes, 29 de septiembre de 2014

Alzamiento



Cada vez que se acerca alguien entorno los ojos cómo si lo observase a través de la mira telescópica del fusil; al menor ruido me llevo la mano al bolsillo y acaricio la navaja, dispuesto para el cuerpo a cuerpo; y por la noche, monto guardia en el comedor y, cada dos horas, hago la ronda y aseguro el perímetro.
Mi mujer hace dos meses que me abandonó. Decía que no soportaba vivir en estado de alerta. Pero yo no pienso rendirme sin lucha, estoy preparado para defenderme. ¡Que vengan! ¡Que traigan la orden de desahucio! ¡De esta casa no me saca ni Dios!


Esta es mi participación en ENTC para el mes de setiembre. el tema es "...tras la batalla" y la ilustración de Laura Garrido

sábado, 20 de septiembre de 2014

Navegantes




Me temo que vienen a rescatarme, me lanzan un salvavidas y un joven salta dispuesto a socorrerme. Los curiosos se agolpan, alguien saca un móvil, foto, otra foto, twit enviado, antes de alcanzar el salvavidas me convierto en trending topic. Retwit, favorito. Todos miran sus pantallas, mientras yo me hundo.


Puedes dejar tu comentario o tu voto en este enlace

lunes, 15 de septiembre de 2014

3 apuestas para REC

Terapia alternativa:  

Como un bigote a lo antiguo, debajo de su nariz, apareció una sombra que fue creciendo; invadió su mejilla izquierda y cubrió el ojo privándole de visión. El médico le restó importancia: aún le quedaba el otro ojo. Cuando el mal le privó por completo del oído y la visión Ramón acudió a urgencias donde le hicieron una resonancia.
El diagnóstico fue devastador: la mancha había invadido también el cerebro y pronto sería incapaz de percibir la realidad, interesarse por sus vecinos o pensar con claridad. Había llegado el momento de tomar una decisión crítica: Ramón debía dedicarse a la política.


Imagen web: Groucho Marx

Dulces sueños:  

Como un bigote a lo antiguo, debajo de su nariz desfila una hilera de hormigas en afanosa ebullición; se deslizan hasta las comisuras y desaparecen en el interior de la boca. Un rastro pegajoso parece guiarlas en la oscuridad de su viaje.
El silencio reina de nuevo en esta tarde de ventanas abiertas y chicharras; los ciclistas pedalean sin tregua y su vecino, el colmenero, duerme al fin la siesta.

Retrato:

Como un bigote a lo antiguo, debajo de la nariz, sujeta el lápiz frunciendo los labios; las gafas de lejos, izadas sobre sus cejas, le dan un aire sorprendido. El artista nunca ha estado tan cerca y observa con cautela al inusual modelo: sus rasgos, la línea de los hombros, la tenue sombra del pecho.
Sobre el lienzo yace apacible y etéreo, mientras los trazos del carboncillo perfilan lo inexplicable, lo eterno. Al fin,  ha conseguido capturar el alma.