lunes, 27 de septiembre de 2021

De papel

 

Ni siquiera estoy seguro de haberlo matado. No recuerdo que hubiera sangre.
Tal vez solo lo haya imaginado…
Porque yo no soy violento, ¿saben?
Es solo que mi vecino me saca de mis casillas.
El tipo es de los que se hacen el simpático. Siempre saluda y aguanta la puerta al salir del ascensor, con esa sonrisa de satisfacción eterna que, inevitablemente, hace que me suba la tensión.
Si lo veo de lejos, procuro esquivarlo pero, a veces, abre la puerta justo cuando estoy en el descansillo y entonces no hay salvación. Es ver su semblante risueño y noto como me acaloro.
Cierro los puños. Aprieto la mandíbula.
El muy imbécil no se da cuenta, pero el reflejo capta la intención de mi mirada, el ceño huraño, la vena que se me va marcando en la sien, cada vez más hinchada, mientras contengo la respiración.
Cuando el ascensor se detiene, me mira y pregunta en tono afable: “¿No os molestaría el ruido anoche? Las paredes son de papel y Paloma es tan apasionada”.
Es entonces cuando le reviento la cabeza contra el espejo y contesto: “No, para nada”.
Aunque seguro que solo lo he imaginado. Igual que las otras veces.

Relato escrito para ENTC.

Tema de la convocatoria: "El enfado y la ira"

Imagen: acrílico sobre lienzo de Mª José Escudero.