lunes, 30 de septiembre de 2019

El Rey de la casa




La idea fue suya. Yo solo me encargaba de soltar el guijarro y él, como hermano mayor que era, contaba los segundos y hacía los cálculos. Una forma inocente de matar el tedio estival en el pueblo.
Pero tras el lanzamiento, no se escuchó ruido alguno. A lo mejor el pozo no tiene fondo, aventuré. Y él, llevado por su afán científico, se encaramó al brocal.
Hoy ya no se escuchan los gritos, solo un eco de palabras cada vez más débil. Por eso he tirado también su corona mientras espero a que mis padres me nombren heredero al trono.



La Copa ENTC 4ª Ronda: TRES APELLIDOS ENTECIANOS
Relatos de 100 palabras, 3 de ellas
obligatorias y apellidos de ilustres entecianos (Rey, Tirado y Pozo).
Con este microrelato, termino mi participación en La Copa 2019. 

domingo, 22 de septiembre de 2019

Ingredientes para una cena perfecta



De mi madre aprendí la receta de las croquetas, la de los buñuelos y la del pastel de limón. Ella me enseñó también a elaborar ungüentos y bebedizos. Que no existe el amor eterno, lo aprendí yo sola —bueno, con ayuda de mi marido y de la rubia del quinto—. Y que una copita de pacharán, aderezada con ricino, podía ser el colofón perfecto para una cena con los vecinos, también.

Lo malo es que el viudo no hace más que llorar y preguntarse por qué nosotros nos salvamos de la intoxicación. Dice que no encuentra una respuesta. Yo intento consolarle, le tomo de la mano y le repito que no existen preguntas sin respuesta, solo preguntas mal formuladas.


La Copa ENTC - 3ª Ronda
UN PLAGIO DE CINE: relatos de 120 palabras
que debían incluir una frase de cine.
En mi caso, la frase era de la película MATRIX:
"no existen preguntas sin respuesta, solo preguntas mal formuladas."

jueves, 19 de septiembre de 2019

La noche de los gatos





Cerré los ojos con fuerza y no vi nada más. Obvio —diréis—. De acuerdo,  pero cuando te embiste un camión, no hay muchos que se queden mirándolo mientras rezan para que en el último segundo se desvíe de la fatal trayectoria. Y, sin embargo, eso fue lo que ocurrió: el conductor dio un volantazo in extremis y se estrelló contra los cubos de basura que yo acababa de saquear.

Policía y ambulancias llegaron prácticamente a la vez.

Tampoco miré hacia atrás mientras me alejaba, con mis seis vidas restantes y el saborcillo a desperdicios todavía en mis bigotes.


La Copa ENTC - 2ª ronda
Relatos de 100 palabras con títulos de canciones. 
Título obligatorio: La noche de los gatos.
No se podía usar en todo el relato la sílaba SI.


lunes, 9 de septiembre de 2019

Parecido razonable



Una vez al año, en mi cumpleaños, voy hasta el museo y me siento frente al retrato. No es un cuadro famoso, siempre estamos las dos solas.

En este tiempo la he visto vestirse de novia y, tiempo después, amamantando un niño igualito que mi Rafael. Luego aparecieron las arrugas alrededor de su mirada, mi mirada, y también alguna cana que no he teñido para no estropear el lienzo.

Hoy he sorprendido una sombra en sus ojos, la mano crispada sosteniendo una carta. El sobre huérfano en el suelo. 
Corro. A esta hora el cartero estará entrando en mi portal. 


La Copa ENTC - Primera fase
Relatos de 100 palabras inspirados en cuadros del Museo del Prado.
Título del cuadro: Sed de venganza
Autor:Juan José Garate (1911)

martes, 27 de agosto de 2019

Rosa coral




Desde que pintaron la escalera con el color de moda, la vecina “malaspulgas” del segundo me da los buenos días y sonríe aunque los niños bajen saltando los escalones de tres en tres. La hija de los del primero ha florecido repentinamente y la portería se nos ha llenado de muchachos adolescentes que acuden cual abejorros y que siempre, siempre, se equivocan de piso en el telefonillo. Además, la viuda del entresuelo ha mudado su vestuario y se rumorea que en los bailes del hogar ya no rechaza las invitaciones de los jubilados que la cortejan al estilo de antes.
Por contra, la mujer del presidente se ha fugado con el del quinto segunda y encima les ha tocado la primitiva. En la última junta, la vecina del quinto ha propuesto, entre lágrimas, que se pinte de nuevo la escalera. El presidente, al que todos llaman ya “el cornudo”, nos ha enseñado un muestrario de colores grises con el que pretende que la comunidad recupere la normal convivencia.
Personalmente, prefería el blanco, neutro y limpio, pero tengo por costumbre no bajar a las reuniones de vecinos.


Mención en la convocatoria "rosa" de ENTC
2019 - Escribimos en colores


sábado, 24 de agosto de 2019

Virgo




Cuidado con los tréboles de cuatro hojas —aconsejaba su horóscopo—. Si crees que la vida te sonreirá, no te confíes, es solo un espejismo.
Apartó la vista del minúsculo brote que había crecido junto al camino. No le traería suerte, ni dinero, ni el amor por el que suspiraba sin atreverse a dirigirle la palabra.
Luego, cuando su vecina llamó a la puerta con una taza pedigüeña en la mano y el dichoso trébol prendido en el pelo, palideció y cerró de golpe.

Hoy alguien muy especial entrará en tu vida —vaticinaba el zodíaco a la mañana siguiente.
Demasiado tarde. Que ella volviera a pedirle azúcar, nunca más ocurrió.



Para el concurso ENTCerrados nº 5 (entre la frase de inicio y la final, solo cien palabras)


lunes, 29 de julio de 2019

Maldito Van Gogh




Prueba con un nuevo filtro. Ajusta la saturación del color y guarda el resultado bajo el título “Img-15”. La carpeta se ha llenado de imágenes casi clónicas que no acaban de convencerle. Lo intenta de nuevo y Img-16 pasa a engrosar la lista de archivos que, al finalizar la jornada, enviará directamente a la papelera de reciclaje. Al dar las seis, antes de apagar el ordenador, contesta afirmativamente a la pregunta de si desea eliminar permanentemente los archivos seleccionados. Ni siquiera se permite la licencia de guardar una o dos de esas estampas e intentar editarlas de nuevo al día siguiente, cuando la luz del sol vuelva a parecerle más brillante que nunca y su vida más gris y solitaria.
De regreso a casa, se sienta en el sillón orejero y, mientras contempla el autorretrato del tío de su bisabuelo,  abre un tubo de amarillo cadmio oscuro y lo chupa con fruición.  Desde la otra pared, los malditos girasoles parecen burlarse de él.



Para la convocatoria amarilla de ENTC.
2019 - escribimos en Colores

Hasta fin de existencias




No pudo encontrar la paz interior. La que tenía en el armario estaba pasada de moda y se lanzó a buscar una nueva en los grandes almacenes. No tuvo suerte. Las rebajas habían comenzado hacía días y su talla estaba agotada. Decidió probarse una menos. Si perdía algo de peso quizás…
Inhaló y exhaló el aire, repitió mentalmente el mantra de la paz universal y encogió la tripa. Pero la cremallera se resistía y, cuando se miró al espejo, la angustia y la desesperación apenas quedaban cubiertas por la tela. Llena de rabia, abrió la boca para gritar y las venas de su cuello dibujaron cinco tulipanes púrpura.

Para el concurso ENTCerrados (entre la frase de inicio y la final, solo cien palabras)
La imagen es de Ronomore

miércoles, 10 de abril de 2019

Me llamo Esperanza




Hace dos días que papá se fue.

De día no puedo salir por culpa del calor. Desde mi ventana solo veo una extensión infinita y blanca. El cielo también es blanco y duele mirarlo. La televisión dice que la culpa es del polvo que lo cubre todo. 
Cuando llega la noche salgo de casa y voy hasta el pozo. Cada día tengo que echar más cuerda. Tampoco se distingue ningún color, aunque haya luna.

Papá decía que el color del campo le ponía alegre y contaba que, a veces, caía agua del cielo. Se llamaba lluvia. Cuando cesaba, el sol era como una caricia y la gente comía fruta de los árboles. No sé muy bien qué es un árbol. Ahora solo tenemos esas galletas secas que venden en el supermercado. Dicen que las hacen con los huesos de los que van cayendo. Yo no lo creo. Pero de algún sitio tienen que salir. Ya no hay granjas y los únicos animales que quedan son los perros. Pero nadie come perros. Nosotros no, al menos.

Ya hace tres días que papá se fue. Lo último que me dijo fue que me quería. Y trenzó mi pelo con una cinta verde.

ENTC nos propone escribir un relato inspirado en el color VERDE.



sábado, 16 de marzo de 2019

Mariposas



Como crisálidas despertando de un letargo se fueron despojando de velos y tules. Abandonaron satenes, bordados de seda y fina pedrería en el suelo. Libres del peso de los adornos, estiraron sus adormecidos miembros y, sin hacer ruido, desplegaron las alas que les habían crecido durante tan larga espera. Los funcionarios del registro civil las vieron volar, desnudas y libres, hacia la única ventana abierta. Ninguno movió un músculo para detenerlas y, aún hoy, se preguntan si fue la belleza de sus cuerpos o sus ansias de libertad lo que hipnotizó a aquellos trabajadores del ministerio.
Mientras tanto, los que se creían sus dueños jugaban a ser reyes. El sacrificio de la reina había pillado a todos por sorpresa, pero no dudaron en aplaudir la maniobra y lanzar vítores al ganador. Solo algunos se percataron de que el juego empezaba a ser distinto de la realidad.



Para los Viernes Creativos  de Ana Vidal.
La foto es de la sala de espera del registro civil de Tallin en 1973. 
El cuento podría ser éste u otro muy distinto.
El caso es escribir.

jueves, 21 de febrero de 2019

A mi viejo profesor




En mi caso, el daltonismo fue una adaptación al medio. Simple cuestión de supervivencia.

Cada vez que don Leónidas me devolvía el cuaderno, lo encontraba lleno de aquellas marcas brillantes y crueles que señalaban mis errores. El maestro atrapaba en un círculo cada uno de mis fallos, lo subrayaba y entrecomillaba, dibujando con saña el código indescifrable con el que puntuaba mi fracaso. Por último escribía una nota en el margen superior derecho de la página. Rara vez, aquel número alcanzaba el cinco y, en las pocas ocasiones en que merecía su aprobación, trazaba una o dos flechas descendentes señalando, sin lugar a duda, el presagio de mi futuro.

Veinte años después, no he superado la angustia que me produce enviar el borrador de mi última novela para que sea revisado. Hasta he incluido una cláusula en mi contrato editorial (por recomendación de mi terapeuta) que les obliga a usar bolígrafos verdes para ese menester.

Sin embargo, guardo un lápiz de ese color diabólico que llevo siempre conmigo. En cada librería o biblioteca, repaso la fila de lectores que esperan una dedicatoria. Busco un viejo de unos sesenta, gafas gruesas  y espalda encorvada.

Ansío saber qué nota me pone ahora.


Escribiendo a todo color para ENTC. 
Esta convocatoria nos inspiramos en el color ROJO.

sábado, 12 de enero de 2019

Llaços invisibles




Em llevo sense recordar si anit vaig sopar o no. Poso els peus a terra. Està fred, com ahir. Com cada dia des que dura aquesta situació estranya. Busco el meu reflex al mirall del lavabo, però només veig un rostre de dona. Sembla que ha plorat.
És l’endemà, o l’endemà passat. No estic segur, perquè ara tots els dies són iguals. Ella és a la cuina. Remena un cafè i té la mirada perduda. Jo sóc al seu costat però, per algun motiu, no em pot veure. Si tan sols pogués parlar-hi. Li preguntaria què s’ha fet de la meva bici.
Avui alguna cosa ha canviat. Ella era a la dutxa i jo he entrat al lavabo per pixar. És un costum. Tan bon punt em llevo, haig d’anar-hi i no m’acostumo a no fer-ho. Quan he entrat, s’ha tombat cap a mi, com si em mirés. Semblava nerviosa i molt trista. L’he seguit fins a l’aparcament. Estic tip d’haver de seguir-la arreu. Puja al cotxe i l’engega. De seguida he reconegut el vehicle: un tot terreny gris amb un bony al costat dret. Just on…
La miro i sento una fiblada al pit: una mena de neguit inútil. Ja no hi puc fer res. Ella tampoc. I tanmateix, mentre el garatge es va omplint de fum, penso que potser podria prémer la botzina i alertar els veïns.



Relat guanyador al concurs de La Microbiblioteca
 (covocatòria del desembre 2018)


Me despierto y no recuerdo si anoche cené o no. Pongo los pies en el suelo. Está frío, como ayer. Como cada día desde que dura esta situación extraña. Busco mi reflejo en el espejo del lavabo, pero solo veo un rostro de mujer. Parece que ha llorado.
Es el día siguiente, o dos días después. No estoy seguro porque ahora todos los días son iguales. Ella está en la cocina. Remueve un café y tiene la mirada perdida. Yo estoy a su lado pero, por algún motivo, no puede verme. Si por lo menos pudiera hablar con ella. Le preguntaría qué se ha hecho de mi bici.
Hoy alguna cosa ha cambiado. Ella estaba en la ducha y yo he entrado al lavabo para mear. Tengo esa costumbre. En cuanto me levanto, tengo que ir y no me acostumbro a no hacerlo. Cuando he entrado, se ha vuelto hacia mí, como si me mirase. Se la veía nerviosa y muy triste. La he seguido hasta el aparcamiento. Estoy harto de tener que seguirla a todas partes. Sube al coche y lo pone en marcha. En seguida he reconocido el vehículo: un todo terreno gris con un golpe en el lado derecho. Justo dónde...
La miro y noto una punzada en el pecho: una especie de angustia inútil. Ya no puedo hacer nada. Ella tampoco. Y sin embargo, mientras el garaje se va llenando de humo, pienso que tal vez podría tocar el claxon y alertar a los vecinos.