lunes, 6 de abril de 2020

Los secretos del jardinero




Con la bajamar, pasea por la orilla recogiendo piedras. Parece escoger las más grandes y redondeadas y las guarda en sendos cubos de plástico, de esos que usan los niños para construir castillos en la arena. Cuando los tiene llenos, se dirige al muro que bordea la playa. Las coloca unas contra otras, formando una rocalla de inspiración gaudiniana entre cuyos huecos ya crecen cactus y otras suculentas que ponen una nota de color.

El primer turista de la temporada observa boquiabierto el particular jardín y, sin pensarlo ni pedir permiso, saca el móvil e inmortaliza la escena. Él se vuelve y le sonríe. Hace un gesto con la mano, invitándole a acercarse. El otro se aproxima, hinca la rodilla para tomar una foto desde otra perspectiva. Es entonces cuando el viejo mira a uno y otro lado, y le golpea con fuerza con una de las piedras. La más grande. Después arrastra el cuerpo hasta ocultarlo en el hueco que había preparado y comienza a cubrirlo con la rocalla. Al fin, introduce un plantón de agave en una grieta y contempla el resultado. Sonríe mientras calcula cuantos esquejes podrá plantar este año.


Relato para la 2ª convocatoria de ENTC
El tema era "Coleccionistas"

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