De mi madre aprendí la receta de las croquetas, la de los
buñuelos y la del pastel de limón. Ella me enseñó también a elaborar ungüentos
y bebedizos. Que no existe el amor eterno, lo aprendí yo sola —bueno, con ayuda
de mi marido y de la rubia del quinto—. Y que una copita de pacharán, aderezada
con ricino, podía ser el colofón perfecto para una cena con los vecinos,
también.
Lo malo es que el viudo
no hace más que llorar y preguntarse por qué nosotros nos salvamos de la
intoxicación. Dice que no encuentra una respuesta. Yo intento consolarle, le
tomo de la mano y le repito que no existen preguntas sin respuesta, solo
preguntas mal formuladas.
La Copa ENTC - 3ª Ronda
UN PLAGIO DE CINE: relatos de 120 palabras
que debían incluir una frase de cine.
En mi caso, la frase era de la película MATRIX:
"no existen preguntas sin respuesta, solo preguntas mal formuladas."
No hay comentarios:
Publicar un comentario