Timoteo Bermúdez pasará a la historia como el hombre que
se desenterró a sí mismo en el camposanto de La Serena o, al menos, eso
explicaba él y, como prueba, mostraba las pequeñas raíces que le crecían entre
los dedos de los pies. Pero a mí, me gusta más recordarlo caminando descalzo
entre los charcos, exponiendo su piel desnuda a los rayos del sol hasta que de
sus manos brotaban unos pequeños eslabones que, al madurar, se convertirían en
las cadenas con las que lo retuvieron en el sanatorio aquel otoño, cuando se le
secaron las hojas.
Aquí os dejo mi participación en LA COPA ENTC 2016 (Primera Ronda): el relato debe estar inspirado en la foto de Chema Madoz. Si queréis, podéis seguir La Copa aquí. Encontrareis este relato junto a los de mis dos compañeros y contrincantes en el ENCUENTRO 11 y podreis ver como van las votaciones y quién pasa a la siguiente ronda.
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