Cuando él le habló del mar,
no podía creerlo. La extensión de agua más grande que ella había visto nunca
era la laguna, adónde iban a merendar el día de la Virgen. Luego él marchó para
embarcarse rumbo a tierras lejanas, y la Narcisa lloró sin tregua hasta anegar
el valle. Las casas y los huertos quedaron sumergidos, y las gentes del pueblo
tuvieron que construir otras en lo alto del monte. La prensa habló de pantanos
y energía eléctrica. Pero nosotros sabíamos que había sido aquel llanto
desmesurado.
Sus primeras cartas,
hablando de gentes de color, tuvieron una consecuencia insospechada: las calles
se llenaron de emigrantes que trabajaban en el campo o abrían tiendas repletas
de cachivaches y, aunque el alcalde lo llamó “efecto llamada”, todos creíamos
que era el modo que tenía ella de sentirse más cerca de su amado
Pero ahora estamos muy
preocupados en el pueblo. La última misiva que se ha recibido habla de casas tan altas que se
pierden en el cielo, autopistas llenas de coches y grandes centros comerciales.
Ya han empezado a llegar excavadoras al pueblo y no sabemos cómo convencer a la
Narcisa de que todo eso son solo imaginaciones
suyas.
En ENTC celebramos el "Día Internacional de la mujer rural": 200 palabras, una historia.
Este relato quedó clasificado entre los 10 finalistas de ENTC 2016 y formará parte del libro "Microvuelos".
Este relato quedó clasificado entre los 10 finalistas de ENTC 2016 y formará parte del libro "Microvuelos".
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