Tatuaron sus pieles grises
con el mapa que heredaron de sus ancestros, memorizaron las coordenadas y
aprendieron a leer en las estrellas el camino de regreso. Todo con un objetivo:
salvar a su especie de la extinción, por segunda vez.
Pero los profetas erraron el
cálculo y el viaje dura ya dos milenios más de lo previsto. Solo él ha
sobrevivido.
El viajero solo espera que esa extraña criatura de largos
cabellos le acepte como compañero. Bajo un cielo color lavanda, la última hija
de Eva estudia al peregrino que desciende de la nave. Y piensa que a los
colonos hay que recibirlos como merecen.
Relato finalista en La Copa ENTC. Las premisas obligatorias eran que apareciese la palabra "lavanda" y que el relato finalizase con la frase "...hay que recibirlos como merecen". Podéis leer los relatos de mis compañeras en este enlace.
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