Empezó a pensar en un nuevo
teorema que contraviniera las leyes de la lógica y la matemática. Simple en el
planteamiento pero irrefutable en sus conclusiones; que causara admiración y
odio a partes iguales y que nunca se
igualara a cero. Y lo consiguió: la ecuación Gürtel demostraba que un político
corrupto generaba riqueza proporcionalmente al soborno percibido y calculaba
que, para salir de la crisis, el país debía doblar el número de corruptelas.
Tras la sorpresa inicial
todos arrimaron el hombro: concejales y ministros, secretarios y consejeros, se liaron la manta
a la cabeza por el bien del país.
Este #relato ha quedado entre los finalistas semanales en el concurso Wonderland de RNE4. Podéis escuchar el programa haciendo clic aquí (podcast del 28/02 a partir del minuto 33)
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