Su ritmo se acelera en tu presencia. Retumba en mis oídos
con violencia, como un trueno anunciando temporal. Palpita en mis sienes la
oleada ardiente y galopa por mi pecho, desbocado. Me delata. Presiento que
también puedes oírlo; levantas la vista y me sonríes. Late con tal fuerza que
cualquiera puede oírlo. Me delata, estoy perdida. No puedo refrenar esta
tormenta, escapa a mi control el sentimiento, no puedo soportar más la tortura.
No puedo detenerlo. Sí arrancarlo.
Y ahora que desbordan los afluentes la sangre que nublaba
hasta hoy mi mente, no puedo ni siquiera sonrojarme. No puedo ya decir cómo te
quiero.
Mi granito de arena para #viernescreativo:
La imagen atormentada que sirve de inspiración es de la fotógrafa Josephine Cardin.
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