Reflejados en el agua, sus rostros miraban perplejos a
aquellos dos niños tan abrigados —con
botas de agua y bufandas—, que les devolvían incrédulos la mirada. Sólo en una
mitad del mundo comenzaba el verano.
El barquito navegaba en la frontera.
Mi granito de arena para el #viernescreativo de @depropio. Ilustración: S, de Andrey Osadchikh
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