El tiempo se había detenido: el planeta había frenado su
trayectoria y padre e hijo habían quedado suspendidos el aire, inmóviles. Únicamente
los lepidópteros parecían inmunes al fenómeno y continuaban revoloteando sin miedo, jugando
cerca de las redes, pavoneándose ante sus narices.
Tras ellos, el fotógrafo, paralizado, observaba el encuadre
y maldecía no poder mover ni un dedo.
Ya es viernes, y por fin ha llegado el momento del #viernescreativo de Fernando Vicente. Esta semana nos propone una fotografía de Rodney Smith. Espero que os guste y que os animéis vosotros también. El caso es escribir.
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